martes, 3 de noviembre de 2009

La vixja maquina dx xscribir


Aunqux xl txclado dx aquxlla máquina xra un modxlo vixjo, funciona muy bixn –xxcxpto por una txcla.

Podrías pxnsar qux con todas las otras funcionando corrxctamxntx, una txcla qux no funciona podría apxnas sxr notada; pxro sólo una fuxra dxl lugar puxdx arruinar xl xsfuxrzo dx las dxmás.

Podrías dxcirtx a ti mismo: Buxno, yo soy sólo una pxrsona.

Nadix sx dará cuxnta si no doy lo mxjor dx mí.

La próxima vxz qux pixnsxs qux no xs importantx, o qux lo qux hagas no va a sxr notado por nadix rxcuxrda aquxl vixjo txclado.

Xrxs una pxrsona clavx.


lunes, 26 de octubre de 2009


En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...

Había una vez...

Un estanque maravilloso.

Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...

Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.

Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas, las dos, entraron al estanque.

La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún salió del agua...

Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...

Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...

Y así vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.

En la orilla encontró que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.


Del libro Cuentos para pensar. de Jorge Bucay

sábado, 25 de julio de 2009

IMAGINA




Es una cualidad innata al ser humano dejar que vuele la mente.
En infinidad de ocasiones, todos hemos utilizado la expresión "¿te imaginas...?".
Imaginamos a diario cosas nuevas, sorprendentes, por lo general que mejoran nuestro entorno.
Imaginar es ilusionarse, esperanzarse, proyectar una idea, un anhelo, crear.
No concibo la trayectoria vital de una persona sin un implícito deseo por superarse, por mejorar, por alcanzar metas, logros, ya sean de índole personal, laboral, familiar...en definitiva, humana.
Me lo enseñó una gran persona muy próxima a mí cuando era casi una niña, todo un referente en mi vida, al que le debo en gran parte mi actual forma de ser, de proyectarme. Sus enseñanzas se convirtieron en filosofía de vida: "sobredimensiónate, tú puedes hacerlo". Hoy sigue siendo todo un ejemplo de vida, de afrontar el, a veces, duro ascenso a las cumbres individuales que cada uno queremos alcanzar. Y tú, ¿qué imaginas?

martes, 30 de junio de 2009

Con "Z" de ZAPATOS

Un día cualquiera, uno de tantos en los que lo que menos esperas es que tan sólo un segundo cambie el rumbo de tu vida.
Un camino transitado diariamente, incluso aburrido, conocido palmo a palmo, metro a metro...hoy esconde algo diferente, algo que por siempre recordarás, algo que será el inicio de otro enfoque en tu vida, de otras prioridades, otra escala de valores.
Te encuentras al volante, como tantas otras veces, pero de repente crees perder el control, algo incontrolado sucede en tu cuerpo.
Te ves obligado a disminuir la velocidad, incluso a parar.
Pides ayuda, te socorren y...horas después recibes una mala noticia, preámbulo de un largo camino.
El primer tramo de ese largo camino es una fuerte subidaa que tu ánimo e impulso, -intactos hasta el momento-, te ayudan a superar con éxito.
Con gran esfuerzo y ahínco consigues no sólo vencerlo sino también, en ocasiones, ayudar a vencer a los que te rodean.
Y cuando crees haber superado con éxito la prueba y encumbrar la cima, te encuentras con otro obstáculo...y otro...y otro...en un largo sendero que parece inacabable.
Tu ánimo y ahínco se van resintiendo, vislumbras amenazas donde antes no las había...y el camino sigue...y sigue.
Eres de los que te gusta consultar el mapa antes de salir de casa, prefieres conocimiento a ignorancia por muy duro que sea y eso hace tambalear tu fortaleza ante un obstáculo desconocido.
Quieres conocer TODO el trayecto, de la A a la Z, y compartirlo con los tuyos.
Tímidamente y con algunos has podido llegar a la Z. Con otros no. No ha habido oportunidad o no sabes si será capaz de hacerlo.
Te hago saber que estoy dispuesta a llegar a conocer hasta la Z, pero hoy quiero que sea una Z de ZAPATOS, zapatos con los que caminar, correr, saltar o simplemente pasear lentamente e incluso sentarse a descansar para volver a emprender el camino con nuevos bríos.
Sé que en estos momentos vives una Z de zozobra, de incertidumbre, ansiedad y a veces pánico.
Reconocerlo es ya en sí mismo una ventaja para superarlo.
El volante lo sigues llevando tú como aquél día. Tú y sólo tú debes marcar el ritmo del viaje. A veces aceleraremos contigo, otras pararemos juntos.
Cuenta conmigo en las paradas, cuando tengas ganas de correr o cuando quieras moderar la velocidad.
Pero nunca te quites los zapatos. Si se te gastan las suelas, yo te dejo los míos.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Cumbres por coronar

La vida de cada ser humano es un estimulante, rico y a veces complejo sistema montañoso, repleto de cumbres por coronar.
Cada ascenso pone a prueba la capacidad del ser humano para superarse.
Hay estupendas llanuras para descansar y cristalinos estanques.
Pero el ascenso nunca culmina.
Cuando crees haber llegado a la cumbre, se esconde detrás otra aún más alta.
Querer conquistarla reabre de nuevo el camino de la ilusión y la esperanza.