martes, 30 de junio de 2009

Con "Z" de ZAPATOS

Un día cualquiera, uno de tantos en los que lo que menos esperas es que tan sólo un segundo cambie el rumbo de tu vida.
Un camino transitado diariamente, incluso aburrido, conocido palmo a palmo, metro a metro...hoy esconde algo diferente, algo que por siempre recordarás, algo que será el inicio de otro enfoque en tu vida, de otras prioridades, otra escala de valores.
Te encuentras al volante, como tantas otras veces, pero de repente crees perder el control, algo incontrolado sucede en tu cuerpo.
Te ves obligado a disminuir la velocidad, incluso a parar.
Pides ayuda, te socorren y...horas después recibes una mala noticia, preámbulo de un largo camino.
El primer tramo de ese largo camino es una fuerte subidaa que tu ánimo e impulso, -intactos hasta el momento-, te ayudan a superar con éxito.
Con gran esfuerzo y ahínco consigues no sólo vencerlo sino también, en ocasiones, ayudar a vencer a los que te rodean.
Y cuando crees haber superado con éxito la prueba y encumbrar la cima, te encuentras con otro obstáculo...y otro...y otro...en un largo sendero que parece inacabable.
Tu ánimo y ahínco se van resintiendo, vislumbras amenazas donde antes no las había...y el camino sigue...y sigue.
Eres de los que te gusta consultar el mapa antes de salir de casa, prefieres conocimiento a ignorancia por muy duro que sea y eso hace tambalear tu fortaleza ante un obstáculo desconocido.
Quieres conocer TODO el trayecto, de la A a la Z, y compartirlo con los tuyos.
Tímidamente y con algunos has podido llegar a la Z. Con otros no. No ha habido oportunidad o no sabes si será capaz de hacerlo.
Te hago saber que estoy dispuesta a llegar a conocer hasta la Z, pero hoy quiero que sea una Z de ZAPATOS, zapatos con los que caminar, correr, saltar o simplemente pasear lentamente e incluso sentarse a descansar para volver a emprender el camino con nuevos bríos.
Sé que en estos momentos vives una Z de zozobra, de incertidumbre, ansiedad y a veces pánico.
Reconocerlo es ya en sí mismo una ventaja para superarlo.
El volante lo sigues llevando tú como aquél día. Tú y sólo tú debes marcar el ritmo del viaje. A veces aceleraremos contigo, otras pararemos juntos.
Cuenta conmigo en las paradas, cuando tengas ganas de correr o cuando quieras moderar la velocidad.
Pero nunca te quites los zapatos. Si se te gastan las suelas, yo te dejo los míos.

2 comentarios:

  1. emocion que embarga , compromiso de compartir y de desgastar muchos zapatos , con "Z" y chanclas con "CH" , y Sandalias con "S" de sandalias y se satisfaccion y F de FELICIDAD .. gracias.

    No dejes , de escribir lo que sea , tu Bitacora esta en "mis favoritos"

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  2. Si por yo dejar de escribir yo, lo vas a hacer tú... tendré mucho gusto en dejarlo.

    Caminemos, juntos o revueltos, pero caminemos. A veces hay que parar porque es una necesidad. Hasta la flecha retrocede para tomar impulso.

    Pero muchas veces es mejor no decir nada, si lo que vamos a decir no es más bello que el mismo silencio.

    Me he alegrado mucho de tu sorpresa literaria.

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